El Bayern y Lewandowski, en busca de la forma de un adiós
La era de Robert Lewandowski en el Bayern Múnich parece tener fecha de caducidad -queda por ver aún si esta corresponde a la de su contrato vigente hasta 2023 o si se anticipa- y las dos partes buscan la forma en la que se dará esa despedida de uno de los jugadores claves de la historia del club.
La variante de lo que se llama una «salida sucia», con una pugna abierta entre el jugador y el club, no está descartada. El Bayern siempre ha procurado evitar esos extremos pero, a la vez, siempre ha querido dar la impresión de tomar la decisión acerca del momento en que un jugador deje el club.
Lewandowski ha hablado de que hay que buscar «la mejor solución posible para todos» lo que podría traducirse como una salida este verano, con lo que el Bayern recibiría dinero y el jugador podría empezar otro reto, probablemente en el Barcelona.
El Bayern, por su parte, ha recordado que Lewandowski tiene contrato hasta 2023 y que no se plantea otro escenario, lo que apuntaría a que el club opta por permitir una marcha gratis dentro de un año para tener tiempo para encontrar un sucesor.
Para Lewandowski la situación no es nueva. Algo similar ocurrió cuando llegó a un acuerdo con el Bayern en 2013, cuando le quedaba un año de contrato con el Borussia Dortmund.
El Dortmund prefirió que Lewandowski agotase su contrato en lugar de entrar en negociaciones y el jugador tuvo un comportamiento altamente profesional, mantuvo un alto rendimiento e incluso fue goleador de la Bundesliga en su última temporada con el club de Westfalia.
El Bayern podría hacer lo mismo que hizo el Dortmund en su momento aunque la búsqueda del sucesor ya se ha iniciado y hay nombres que circulan en los medios. Recientemente se han barajado los de Sadio Mané, del Liverpool, y Sasa Kalajdzic, del Stuttgart, a los que se suman los de Patrick Schick, del Bayer Leverkusen, y Christopher Nkunku, del RB Leipzig.
El más accesible, y tal vez la apuesta más arriesgada, sería Kalajdzcic, También se cuenta con el regreso de un talento de la casa, Jonathan Zirkzeen que estuvo cedido en el Anderlecht.
Que el Bayern esté dispuesto a permitir ahora la marcha de Lewandowski depende, entre otras cosas, de dos factores. El dinero que ponga sobre la mesa el club que quiera su servicio y la posibilidad de fichar un sucesor.
La oferta, además, tendría que llegar a tiempo para que el Bayern tenga capacidad de maniobra.
Por otra parte, hay versiones contradictorias acerca de cómo se ha llegado a la situación actual. La versión del Bayern, presentada por el director deportivo Hasan Salihamidzic, es que Lewandowski ha rechazado una oferta de renovación.
Lewandowski, por su parte, dijo ante las cámaras de Sky que no ha recibido oferta ninguna. Las dos declaraciones pueden ser el comienzo de una pugna que se podría llamar ‘la narrativa del adiós’.
La política del Bayern, de ofrecer renovaciones por un año a jugadores mayores de 30 años -lo hizo varias veces con dos leyendas del club como Arjen Robben y Franck Ribery y acaba de hacerlo con Thomas Müller- parece haber sido una clave en el desencuentro.
Lewandowski, que cumplirá 34 años en agosto, quería un contrato a largo plazo. El Bayern no estaba dispuesto a ello.
En el Bayern ha habido muchas salidas limpias de jugadores importantes. La de Thiago Alcántara es un ejemplo claro. El entonces presidente del Consejo Directivo dio a entender que el jugador español «parecía estar buscando algo nuevo» y que probablemente no renovaría.
Luego vino la oferta de Liverpool y el asunto se solventó sin roces. Mucho antes estuvo la marcha de Giovane Elber. Fue el club el que consideró que su ciclo se había agotado y optó por fichar a Roy Makaay.
A Elber le quedaba un año de contrato. «Puedes quedarte si quieres, si te vas nos traerás dinero», le dio Uli Hoeness a Elber. Y este se marchó al Olimpique Lyon.
Algo que enreda un poco la situación actual es que el agente de Lewandowski, Pini Zahavi, no tiene las mejores relaciones con el Bayern. Durante las frustradas negociaciones de renovación con David Alaba, Uli Hoeness lo llamó «hiena codiciosa».
Eso no impidió, sin embargo, que se llegase a una renovación con Kingsley Coman.
El Barcelona puede desenredar parte de la situación con una oferta oficial. Se habla de que 40 millones podrían convencer al Bayern al menos para negociar. Pero queda el tema del sucesor para lo que no tiene nada que ofrecer. (EFE)